El rol del docente en el siglo XXI |
Para apoyar la docencia, el aprendizaje y la
investigación en forma dinámica, continua e interactiva, proponemos que el
docente universitario utilice bibliotecas electrónicas, redes sociales y software
especializado que permitirán agilizar el proceso de enseñanza-aprendizaje, con
la finalidad de facilitar al estudiante material actualizado y de libre acceso
en cualquier momento, a su vez creando mejores condiciones para el desarrollo
de la ciencia, encontrando métodos, técnicas, conocimientos, herramientas
y
orientación para resolver diferentes problemas ágilmente.
Las bibliotecas electrónicas son una herramienta de
apoyo pedagógico que facilita el acceso rápido a fuentes de consulta confiable
que el docente podrá validar y posteriormente sugerir a sus estudiantes para su
revisión. Se debe buscar realizar convenios interinstitucionales con otras
instituciones de educación superior que permitan compartir y acceder a la
información de diferentes instituciones.
La relevancia de las redes sociales radica en que
permite al docente comunicarse e interrelacionarse con sus estudiantes de forma
constante y en un lenguaje más amigable para los involucrados en el proceso de
enseñanza-aprendizaje. El uso de esta herramienta exige un proceso de
adaptación y aceptación en el proceso educativo y propician un espacio de
cooperación, colaboración, socialización y de intercambio de información entre
el docente y los estudiantes.
El uso de software en el aula brinda una opción al
estudiante para realizar sus tareas y trabajos de forma efectiva, siendo una
herramienta de apoyo para procesar textos, datos, información y habilidades
específicas con programas especializados para su área de estudio.
Estas herramientas de trabajo tecnológicas están
sujetas a continuas actualizaciones y mejoras que a vez representan un reto
para la educación superior donde se debe reconstituir un espacio educativo en
constante adaptación.
El uso de la tecnología en la docencia |
El educador universitario boliviano del siglo
XXI, debe adecuarse a los cambios que se presentan día a día, siendo más
creativo, innovador y proactivo, con la finalidad de que sus estudiantes
adquieran nuevas competencias coherentes para incorporarse de forma efectiva a
la transformación del mercado laboral en la sociedad de la información y el
conocimiento.
En conclusión, la implementación de la tecnología en
el proceso de enseñanza-aprendizaje es necesaria para poder desarrollar las
capacidades intelectuales del estudiante como también desarrollar su
pensamiento crítico para aplicarlo a su vida profesional y social. Ésta
incorporación es una herramienta útil para los docentes y estudiantes en el
ámbito universitario boliviano, ya que el acceso a distintas formas de
tecnología permiten la consulta y utilización de información y material para
que los educadores puedan diseñar sus clases y ofrecer una variedad de
actividades que enriquezcan el proceso educativo.